Amén... Una de las palabras más famosas en el mundo cristiano.
Amén... Evidencia de inconsecuencia.
Amén... Así sea, yo lo creo, estoy de acuerdo, lo acepto, etc, etc...
Si sólo dijeramos amén a lo que realmente creemos de corazón, estoy seguro que la cantidad de veces que es emitida esta pequeña palabra bajaría considerablemente...
Amén implica un compromiso de vida con lo que se apoyó por medio de él. Si decimos yo lo creo, entonces nuestros actos deberían reflejar eso...
Recuerda que actuamos de acuerdo a lo que creemos...
Ahora hay dos caminos, el pasivo y el agresivo. El pasivo (o para algunos sensato) es decir amén sólo cuando tengamos la convicción en nosotros para conducirnos consecuentemente con lo que decimos. Lo que, como dije antes, bajaría el número de "amenes" en un culto.
Y el agresivo (el que más me gusta) es seguir diciendo amén a todo lo que deberíamos decir y vivir de acuerdo a los "amenes" dichos...
Escarbando en mi mente, pude encontrar un proverbio para nosotros: "El hombre de doble animo no vive de acuerdo al amén que sale de su boca".
Shalom!
sábado, 26 de mayo de 2007
miércoles, 2 de mayo de 2007
Aburrido
Cuando estoy aburrido me pongo a pensar en qué sería de mí si me atreviera a hacer alguna cosa que no he hecho.
¿Qué pasaría si me atrevo a predicar en la U?
¿Qué pasaría si me atreviera a orar por los enfermos que veo en la calle?
¿Qué pasaría si me atrevo a gritar cuando tengo ganas?
¿Qué pasaría si me atrevo a obedecer...?
Cuando estoy aburrido me pongo a pensar qué pasaría si me atreviera...
Me invade la curiosidad. Y la curiosidad me llena de valor. Tal vez ocupe el valor para atreverme o tal vez necesite más tiempo de aburrimiento para lograr motivarme lo suficiente, y de una vez por todas atreverme a hacer lo que quiero y lo que debo...
¿Qué pasaría si me atrevo a predicar en la U?
¿Qué pasaría si me atreviera a orar por los enfermos que veo en la calle?
¿Qué pasaría si me atrevo a gritar cuando tengo ganas?
¿Qué pasaría si me atrevo a obedecer...?
Cuando estoy aburrido me pongo a pensar qué pasaría si me atreviera...
Me invade la curiosidad. Y la curiosidad me llena de valor. Tal vez ocupe el valor para atreverme o tal vez necesite más tiempo de aburrimiento para lograr motivarme lo suficiente, y de una vez por todas atreverme a hacer lo que quiero y lo que debo...
Shalom!
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)